viernes, 2 de octubre de 2009
ASCENSOR PARA EL CADALSO:DRAMA Y JAZZ JUNTOS
AYER TUVE LA OPORTUNIDAD DE ASISTIR A TERRIBLE PELICULA EN EL CICLO DE CINE FRANCÉS DEL TEATRO SAN MARTÍN, LES RECOMIENDO QUE ESTEN AL TANTO, PORQUE TODAS LAS SEMANAS RENUEVAN LA PROGRAMACIÓN A SOLO 8 PESOS.
REALMENTE DESPUES DE MUCHOS TRAMITES PASE POR LA PUERTA DEL TEATRO Y QUEDÉ IMPACTADO, Y COMO TENÍA REFERENCIAS DE LA PELI POR EL DISCO HOMÓNIMO DE MILES DAVIS DECIDÍ ASISTIR A LA FUNCIÓN.
SON IMPRESIONANTES LOS CLIMAS QUE CREA EL DIRECTOR LUIS MALLE, LAS ACTUACIONES, LOS PASISAJES DE LA BELLA PARIS DE LA ÉPOCA, LA SEDUCCION DE JEANE MOREAU, LA BANDA DE SONIDO DE LA PELI COMO YA MENCIONÉ ANTES.
COMO ESTA PELI ES UN PERFECTO ENSAMBLE DE HISTORIA Y JAZZ JUNTOS, DECIDI TRANSCRIBIR EXTRACTOS DE LA NOTA DE GRANADA JAZZ TAMBIÉN (SIEMPRE MENCIONANDO LA FUENTE), A CONTINUACIÓN TRANSCRIBO TAMBIÉN TEXTOS DE PARTE DEL PROGRAMA DEL TEATRO SM, ESPERO QUE LA PUEDAN ALQUILAR O BAJAR Y QUE LA DISFRUTEN.
Ascenseur pour l´échafaud
Francia, 1957 B/N. 90 minutos.
Dirección: Louis Malle
Guión: Louis Malle y Roger Nimier, basado en la novela de Noël Calef.
Fotografía: Henri Decae.
Música: Miles Davis.
Producción: Nouvelles Editions de Films.
Intérpretes: Maurice Ronet, Jeanne Moreau, Jean Wall, Lino Ventura, Georges Poujouly, Yori Bertin, Ivan Petrovich.
SINOPSIS: JULIEN TAVERNIER, HÉROE DE LA GUERRA DE INDOCHINA, TRABAJA PARA EL INDUSTRIAL SIMON CARALA Y ES LE AMANTE DE SU ESPOSA, FLORENCE.
PARA PODER VIVIR JUNTOS AMBOS DECIDEN MATAR AL MARIDO.
EN EL DEBUT DEL REALIZADOR LOUIS MALLE, UN CRIMEN APARENTEMENTE PERFECTO SE COMPLICA POR OBRA DEL AZAR, SELLANDO EL DESTINO DE UNA PAREJA DE AMANTES CONJURADOS.
LA MUSICA DEL TROMPETISTA MILES DAVIS ES UNA DE LAS MEJORES BANDAS DE SONIDO DE TODA LA HISTORIA DEL CINE, COMPUESTA IMPROVISANDO DIRECTAMENTE FRENTE A LAS IMAGENES DEL FILM.
"ESTOY TOTALMENTE CONVENCIDO DE QUE TODA UNA OBRA DE UN CINEASTA ESTÁ CONTENIDA EN SU PRIMERA PELICULA. NO ES PREVISIBLE A PRIORI PERO ES CONSTATABLE A POSTERIORI. TODO LO QUE ES LOUIS MALLE, SUS VIRTUDES Y SUS DEFECTOS, ESTÁN YA EN ASCENSOR PARA EL CADALSO"
(FRANÇOIS TRUFFAUT)
Miles Davis en Paris
diciembre de 1957
En invierno de 1957 Miles Davis había sido contratado por Marcel Romano, promotor del Club Saint-Germain, para una gira europea de tres semanas que no tuvo el éxito esperado y de la que solamente se concretaron tres actuaciones en Bruselas, Amsterdam y Stutgart, además de las tres anunciadas en Paris. Gracias a esta circunstancia Miles pudo tener suficiente tiempo para conocer a los intelectuales y estrellas francesas de moda, como Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, Boris Vian y Juliette Greco -con la que mantuvo un tórrido romance-, y de vivir, de forma intensa, las noches parisinas.
El trompetista norteamericano llegó solo a Paris, sin sus músicos habituales: el maravilloso quinteto integrado por John Coltrane, Red Garland, Paul Chambers y Philly Jones. Por lo que Miles seleccionó músicos jóvenes sin gran experiencia en los clubes de jazz de la ciudad – aparte de Kenny Clarke, baterista obligado para todos los músicos americanos que pasaban por Paris -, el pianista René Urtreger, el contrabajista Pierre Michelot y el saxofonista Barney Wilen, conformando un grupo que, en tan solo tres semanas, habría de encontrar un lugar destacado en la historia del jazz.
René Urtreger recuerda su primer encuentro con Davis: “Yo tenía un póster de Miles en mi habitación. La primera vez que nos vimos, estaba tocando con un trío en algún club de Montparnasse. Recuerdo que era un lugar frío y con poca luz. Miles apareció en la penumbra del local. Hacía tanto frío que se quedó con su abrigo puesto junto a la barra, daban escalofríos. Un poco más tarde saco su trompeta y comenzó a tocar con nosotros. “
Jean-Claude Rappeneau, jefe del equipo técnico de Romano, trabajaba también con un joven director aficionado al jazz, Louis Malle, que acababa de terminar el rodaje de su primera película: Ascenseur pour l´échafaud, y tuvo la feliz de poner a ambos en contacto para que estudiaran la posibilidad de que Davis compusiera la banda sonora de la película.
A Miles le gusto la idea de componer una banda sonora y acepto el proyecto con la condición de tener un piano y un proyector de cine para visionar la película en la habitación de su hotel. Trabajó durante dos semanas de una manera relajada ante las imágenes, en condiciones próximas al cine mudo, cuando los pianistas de la salas de cine tenían la ocasión de acompañar e improvisar varias veces la misma película.
Louis Malle era perfectamente consciente del riesgo de esta tentativa, sin precedentes en la historia del cine hablado: "La música contribuyó al éxito de la película. Le dio su tono, una atmósfera, una especie de ambiente que la música de Davis mantiene hasta el final y que le da su unidad”.
La banda sonora se caracteriza por no tener un leit-motiv concreto, un tema estelar; un concepto totalmente revolucionario en la época, y por ser una de las partituras más densas y sugerentes de la historia del cine. Se graba en tan solo dos sesiones en los estudios de La Poste Parisien, las noches del 4 y 5 de diciembre de 1957. Unos días inolvidables para Jean Moureau, la joven y atractiva protagonista del filme que ameniza las grabaciones con su simpática presencia, y para un testigo de excepción: Boris Vian.
Nunca una música se había asociado a un largometraje de esta manera. Jamás la leyenda de un filme se había construido tanto alrededor de su banda sonora. La fuerza del filme, su originalidad, plagada de novedosas imágenes, su modernidad, su trascendencia por la música de Miles Davis, su asociación a la explosión de la Nouvelle Vague, hacen que Ascenseur pour l´échafaud sea un ejemplo raro, único, de un filme que nos descubre también, un universo poético que es la identidad fundamental de la película.
La contemplación de las imagines de un Paris en negro y blanco, donde Jeanne Moreau busca un amor perdido, ha cambiado, tal vez... un poco, la historia del cine y del jazz.
Jesús Villalba
(FUENTE: www.granadajazz,net)
Apuntes a la grabación
"Esta grabación fue realizada de noche en el estudio Poste Parisien en un ambiente muy distendido. Estaba allí Jeane Moreau, la protagonista de la película, que, de manera encantadora acogía a los músicos y técnicos en un bar improvisado en el estudio. También estaban presentes los productores y técnicos, y Louis Malle, en tirantes, que intentaba sacarle a Miles Davis todo lo que deseaba añadirle a la imagen. Los músicos, totalmente relajados, veían pasar en la pantalla las principales escenas de la película, y situados así en el ambiente, se lanzaban a improvisar a medida que transcurría la proyección. Es de señalar, en la toma Dîner au motel, la extraña sonoridad de la trompeta de Miles. En un momento determinado, un trozo de fragmento de piel se despegó de su labio para ir a colocarse en la boquilla. De Igual manera que los pintores deben a veces al azar la calidad plástica de sus tonos, Miles aceptó con agrado este nuevo elemento " inaudito" en el sentido literal de la palabra, jamás escuchado. No hay duda de que el oyente, incluso privado de las imágenes, será sensible al clima hechizante y trágico creado por el gran músico negro, sostenido admirablemente por sus compañeros de equipo".
Boris Vian, 1957
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