domingo, 7 de febrero de 2010

MI PLANTA DE NARANJA LIMA:O como criminalizamos la pobreza


Mi planta de Naranja-Lima (O Meu Pé de Laranja Lima) es una novela de José Mauro de Vasconcelos, y una de las más leídas de la nueva literatura brasileña. Encabezó la lista de best-sellers en 1968. Continúa la historia en Vamos a calentar el sol.

También hay una pélicula de 1970, dirigida por Aurelio teixeira.

El Texto trata sobre una familia muy pobre, con 6 hijos, Jandira, Lalá, Gloria, Totoca, Zezé y Luiz el más pequeño.

Zezé el mediano entre los hermanos de sólo 5 años es un nene muy imaginativo,a veces muy travieso, que vive a veces en un mundo imaginario para sobrellevar su dura realidad, tiene una imaginación tan vivida, y una inteligencia fuera de lo normal, lo que lo lleva a aprender a leer y a entrar a la escuela mintiendo sobre su edad, un año antes de tiempo.

La novela es dura, tierna, y nos muestra la relación de afecto que Zezé entabla con su planta, que es su compinche y confidente, y que es testigo de ese año que tiene como contrapartida la dura situación económica de su entrono familiar, contrarestado por sus ganas de aprender y ser buen alumno en la escuela.

la novela realmente sigue siendo super actual y nos lleva a reflexionar sobre nuestra sociedad actual.

Como decia el Padre Mugica: Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y los pobres no:porque nadie hace huelga con su hambre.

Por eso cuando miramos feo a los pobres, muchas veces los criminalizamos (todos en general, me incluyo, el que esté libre de pecado que tire la primera piedra)pero como decia la frase:ningun pibe nace chorro, el libro de José Mauro de Vasconcelos lo refleja bien, un montón de pibes que miramos mal nacen sin oportunidades, sin afecto sin un entorno que los salve de su dura cotidianeidad, entonces sólo quienes tienen algo de suerte como Zezé de explorar su lado creativo, de conocer a alquien que les tienda una mano y les haga ver que hay otro mundo más allá de este que padecen.

Ahora que piden bajar la imputabilidad, es verdad que hay crimenes que nadie debería cometer. pero no es menos cierto que el Estado debería garantizar una igualdad de oportunidades y tutelar a los nenes que ya por su estado de desintegración familiar no tengan recursos para comer y educarse en condiciones dignas. Para que los chicos puedan pensar en cosas de chicos y no sobre si van a poder comer o les van a pegar en casa por no llevar suficientes monedas.

Que para ellos otro mundo sea posible, debería ser una tarea de las autoridades, pero también que algunos pongamos nuestro grano de arena, como el caso de la revista Hecho en Buenos Aires, que permite a los desocupados formar parte de una iniciativa cultural y llevarse parte de las ganacias, les recomiendo compren esta revista siempre que puedan pues acceden a calidad y ayudan a gente que lo necesita, y antes de ser arrogantes con los que menos tienen recordemos quizás inspirados por Zezé, que no todos pudimos nacer en cuna de oro, y demosle al menos alguno de ellos una segunda oportunidad.